Mi querida Mila se va mañana. Como dice Victoria, ya llevabamos tiempo mirando el calendario esperando este día. Este mediodía hemos hablado las dos precisamente para confirmar que la niña se iba. Y aunque no te conozco, Mila, pero he sufrido tanto por tí y te he ayudado todo lo que he podido y siento una gran tristeza por tu marcha (siento mi llanto de esta tarde Victoria, pero cuando hablo de ella la lagrimilla se escapa). Te marchas siendo querida por mucha gente que se ha preocupado por tí, espero que seas muy feliz y que tengas una larga vida por delante con tu nueva familia. Y ya sabes Victoria, que sé que me lees, dale un abrazo muy muy fuerte de mi parte, y gracias por cuidar de ella y luchar para que saliera adelante.
Este es el texto que le ha escrito Victoria:
Es tiempo de despedidas.
Algunas trágicas terribles, injustas. Cuando menos lo esperas...
La tuya, Mila, quizás debería ser una despedida alegre. Lo sabía, lo sabiamos las dos. Hace semanas que tienes tu plaza reservada en ese vuelo. Hace semanas que miramos el calendario descontando días.....
Y ahora que el momento se acerca me gustaría abrazarte muy fuerte y no dejarte partir. Me gustaría rogarte que no te fueras, que te quedaras para siempre conmigo.... Me gustaría gritar que te necesito, que contigo te llevas otro trozo de mi corazón, ya demasiado herido....
Pero no, Mila, no te preocupes. No voy a quitarte tu oportunidad de ser feliz. No puedo robarte esta ocasión de ser querida, mimada, atendida como tú te mereces...
Mañana te llevaré al aeropuerto y procuraré ocultar mis lágrimas. Te prometo que lo último que verás de mí será una sonrisa. Que lo último que oirás será mi deseo de que seas muy feliz.
Ahora descansa tranquila. Mañana será un día agotador para las dos. Descansa, pequeña Mila, yo velo tus sueños... no dejes nunca de soñar.
Esta noche, mientras la lluvia golpea los cristales, siento que mi corazón se está llenando de otoño....
Algunas trágicas terribles, injustas. Cuando menos lo esperas...
La tuya, Mila, quizás debería ser una despedida alegre. Lo sabía, lo sabiamos las dos. Hace semanas que tienes tu plaza reservada en ese vuelo. Hace semanas que miramos el calendario descontando días.....
Y ahora que el momento se acerca me gustaría abrazarte muy fuerte y no dejarte partir. Me gustaría rogarte que no te fueras, que te quedaras para siempre conmigo.... Me gustaría gritar que te necesito, que contigo te llevas otro trozo de mi corazón, ya demasiado herido....
Pero no, Mila, no te preocupes. No voy a quitarte tu oportunidad de ser feliz. No puedo robarte esta ocasión de ser querida, mimada, atendida como tú te mereces...
Mañana te llevaré al aeropuerto y procuraré ocultar mis lágrimas. Te prometo que lo último que verás de mí será una sonrisa. Que lo último que oirás será mi deseo de que seas muy feliz.
Ahora descansa tranquila. Mañana será un día agotador para las dos. Descansa, pequeña Mila, yo velo tus sueños... no dejes nunca de soñar.
Esta noche, mientras la lluvia golpea los cristales, siento que mi corazón se está llenando de otoño....
2 comentarios:
Ojala sea muy feliz,sigo su caso desde el principio.No os deprimais,seguro que la cuidan bien,Mila lo merece...
y me ha dicho Victoria hace un rato que ha llegado muy bien, a ver si nos envian fotos pronto
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