Gastón ya está con Eva, su casa de acogida. La primera noche ha sido complicada porque Gastón quiere estar acompañado día y noche. Desde que una colaboradora lo encontrara en la puerta de un colegio, gritando y pidiendo auxilio, no ha querido separarse ni un minuto de la gente. Pese a estar abandonado y maltratado este pequeño galgo necesita la compañía humana. La recuperación de su pata va muy bien y en cuanto engorde se convertirá en un galgo precioso.
Ahora Gastón busca un hogar definitivo...
¿Quieres ser tú quien le de esa oportunidad? Contacto info@evolucion.org.es
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