AYUDA URGENTE PARA GALGOS Y PODENCOS RESCATADOS DE LA MUERTE PERO VIVIENDO EN UNAS CUADRAS SIN APENAS CONTACTO-SEVILLA

CREO QUE ALGUNA VEZ OS HE HABLADO DE EDUARDO, UN BUEN HOMBRE DE UN PUEBLO DE SEVILLA QUE RESCATABA A TODOS LOS PERROS DE CAZA QUE VEIA EN PELIGRO. AUNQUE NO ESTAN EN LAS MEJORES CONDICIONES, VIVEN EN UNAS CUADRAS,EDUARDO LES HA ESTADO CUIDANDO CON TODO SU CARIÑO.POR DESGRACIA HA SUFRIDO UN ACCIDENTE Y ESTA EN UNA SILLA DE RUEDAS POR LO QUE YA NO PUEDE APENAS ATENDERLES. HAY QUE AYUDAR A QUE ESTOS ANIMALES ENCUENTREN UN HOGAR URGENTEMENTE

Aquí te paso una nueva actualización de los galgos y podencos que necesitan ayuda, los de las cuadras. Hay algunos galgos nuevos y algún podenco, pero casos como Vito, Pipín, o Pato son antiguos y siguen allí, sin ninguna solución.

Para colmo de males, el hombre que cuidaba de estos perros ha tenido un accidente que le ha afectado la columna y actualmente está en una silla de ruedas. Tiene secuelas que, si bien parece ser que no van a ser crónicas, sí que van a ser muy duradoras. Esto implica dos cosas. Por un lado, que estos pobres animales no pueden ser atendidos, ni siquiera, mínimamente, como lo estaban antes. Este hombre no puede levantarse de la silla de ruedas y por tanto, no puede sacarlos de la jaula, ni cargar sacos de pienso para alim

entarlos ni llevarlos al veterinario, puesto que no puede conducir. Por otro lado, él tenía tres podencos (Bigote, Pepe y Rubia) adoptados y ahora ya no podrá siquiera quedarse con ellos, por lo que también buscan adopción ahora, aunque antes no la buscaban.

Durante los 20 días que estuvo ingresado este hombre, ha sido toda una odisea para alimentar a estos animales, y han estado sin salir todo el tiempo. Ahora, que ya tenemos acceso, aunque muy restringido, al menos podemos ir a hacerles fotos. Un muchacho que ha contratado para que lo ayude, ya que no tiene ni hijos ni ninguna otra familia más que una tía de 85 años, hace el favor de abrirnos aquello para que podamos trabajar y se encarga de echarles de comer diariamente, pero por ejemplo, no puede soltarlos, porque los perros que hay allí han tenido poco contacto humano y tienen mucho miedo, así que no dejan que se acerquen desconocidos y se escapan. Así que están allí encerrados excepto en las contadas ocasiones en las que Eduardo, con su silla de ruedas, puede ir hasta allí para estar rato con ellos.

Y después de todo esto, os dejo una breve descripción de cada uno y sus fotitos, a ver si hay suerte para ellos. Contacto maemar.sp@gmail.com

Vito: otro veterano. Lleva allí mucho tiempo, es uno de los primeros perros que este hombre recogió. Es hermano de Lolichi, una perrita que robaron al principio de empezar a difundir este caso. Es sociable y activo y ronda los dos años.

Sara: otra novedad. Ronda el año, si es que llega. Era de un cazador de la zona, que no la quería porque se asusta de los tiros. Y es que tiene verdadero pánico. Se asusta de cualquier movimiento brusco, huye por el hueco de un ladrillo (tres veces ha tenido Eduardo que recuperarla de la cuadra adyacente porque se había colado hasta allí) y está en constante tensión. Solamente se relaciona con Neis.

Rubia: es una cruce de podenco preciosa, muy muy graciosa, con esos pelillos tan tiesos. Es muy sociable y ccariñosa, y jovencita, alrededor de dos años. Es la podenquita que Eduardo tenía adoptada, pero que ya no puede atender. La recogió cuando era cachorrita porque no la querían e iban a matarla.

Pipín URGENTE: Pipín era un cachorro cuando yo llegué a aquel sitio por primera vez. Conseguí una acogida para él, en Madrid, donde ya lleva más de seis meses. Pero su casa de acogida ya no puede seguir con él. Es un animal que ha sufrido mucho, se ha criado sin la referencia de una madre pues Eduardo lo recogió casi recién nacido antes de que lo mataran y desde entonces, se ha criado en una jaula de la cuadra. Además de no relacionarse con las personas, a veces le entra ansiedad y destroza algún mando de la TV o similar. SI NO ENCUENTRO PARA PIPÍN OTRA CASA DE ACOGIDA PRONTO, TENDRÁ QUE VOLVER A LAS CUADRAS

Pepe: otro de los que tenía adoptado. También un poco asustadizo, pero coge confianza rápido. Ronda los 4 años y es tranquilo. Lo recogió hace más de un año, cuando era muy muy joven, que andaba dando tumbos por un coto de caza cercano. Estuvo muy malito, pero se recuperó.

Pato: veterano de las cuadras. Este hombre lo recogió después de ver cómo se salvaba de milagro varias veces, al huir corriendo justo antes de que lo pillaran para matarlo. Es miedoso, aunque coge confianza rápido. Tiene unos 3 años.

Neis: este es nuevo en la cuadra. Lo recogió un par de días antes de sufrir el accidente. Estaba en la carretera que pasa justo a unos 100 o 200 metros del asentamiento, que es la SE-30, una carretera con muchísimo tráfico. Como fue justo cuando le pasó a este hombre lo del accidente, este podenquito no ha tenido contacto humano, ni siquiera con él, y lleva desde entonces sin salir de la jaula. Está muy asustado. Ronda los dos años.

Negra: compañera de fatigas de Blanquita. Vivía recluida en una carro de transporte a las puertas del dueño, día y noche, verano e invierno, junto con otros tres galgos. Cuando el dueño accedió a deshacerse de Blanquita, puso como condición que también se llevaran a Negra, así que ella también entró en las cuadras. Es una galguita muy tímida, los otros perros la acosan y ella se pasa el día metida debajo de unas maderas, escondida y prácticamente sin moverse. Por eso las fotos son tan malas. Debe rondar los dos o tres añitos.

Blanquita: es hermanita de Blanco y Blanca, aunque de otra camada posterior. Al igual que ellos, vivía recluida en una carro de transporte a las puertas del dueño, día y noche, verano e invierno, junto con otros tres galgos. Cuando Eduardo rescató a sus hermanos, el tipo no quiso deshacerse de Blanquita, y desde entonces lleva luchando para conseguirla. En Enero, el tipo le dijo que podía llevarsela a condición de que también se llevara a Negra. Y Eduardo así lo hizo. Al igual que Blanco y Blanca, tiene mucho miedo, está asustada. Ronda el año o los dos años.

Bigote: es uno de los podenquitos que este hombre tenía adoptado. Tiene unos 3 años, es un poco asustadizo al principio pero en cuanto coge confianza, es un amor. Cuandro abrimos la jaula se fue corriendo a saludar a Eduardo y no se apartó de su silla de ruedas es un momento