Electra regresa de la muerte, resurge desde sus propias cenizas y vuelve a la vida, anhelando encontrar lo que quizás nunca tuvo: simplemente amor. Su historia es terrible, entre la agonía y la esperanza. En estos momentos, nuestras expectativas de que Electra salga adelante empiezan a ser más notables. Hay luz al final del túnel para esta encantadora dama, de pelo ondulado y suave como las olas de un mar de seda. Todavía a través de sus ojos entrecerrados a causa del calvario y la tristeza, puede verse la nobleza y la fuerza interior de un ser de bondad innata y natural belleza, que sobrevive duramente a la devastación que ha causado el ser humano en su maltrecho cuerpo y al irreparable daño sobre su alma; que una vez debió ser ingenua, cándida, incauta, inocente y por tanto, blanco fácil de la ignominia del hombre. El martes tres de Marzo de 2009, un equipo formado por voluntarios de Proa acudieron al rescate de dos perros junto a una carretera cerca del Viso de San Juan, en Toledo. Uno de ellos comía los restos del cadáver de un tercer perro, probablemente atropellado. Electra pudo ser rescatada porque se desplomó al intentar huir, tan débil estaba que apenas podía sostenerse en pié y cayó fulminada por el agotamiento y las terribles secuelas físicas que le había causado abandono. El otro perro, un mastín que debía estar junto a ella, huyó y, hasta la fecha en que escribo estas líneas, no ha podido aun ser capturado ya que no ha vuelto a ser visto.
Electra fue llevada de inmediato a la clínica de urgencias donde ingresó con 41.8 de fiebre, una fuerte caquexia (desnutrición extrema) y las patas llenas de fístulas. En una de las patas tenía perdigones y una posible fractura de carpos. Electra lucha por su vida durante horas y actualmente sale poco a poco de la gravedad de su estado. El personal de la clínica la saca a pasear para que no pierda masa muscular ni se deterioren sus articulaciones. Ella camina muy despacito. Dos o tres pasos y se para un ratito, y trata de ser limpia y se aguanta de hacer pipi y popo para hacerlo en la calle.Electra está aun muy débil y el pánico todavía recorre su cuerpo, aunque ella es consciente de que no puede hacer nada más que dejarse cuidar por el personal de la clínica y por los voluntarios que la atenderán con mucho cariño y suavidad para cuando su pronóstico mejore y la podamos llevar al albergue. Especial reconocimiento al valiente equipo de voluntarios que rescató a Electra de la muerte segura y a los veterinarios que con tanto cariño la atienden actualmente en la clínica veterinaria
2 comentarios:
Que bonita es. A ver si mejora, y con una buena difusión se le acaban las penas.
Ánimo cariño, todos te mandamos energía!!
No estás solita campeona!
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