Como me pasa casi siempre que voy buscando buenas noticias me encuentro casos terribles. Como hablaba anoche con mi amiga Pilar, cuando te encuentras a un perro abandonado en condiciones penosas, es penoso. Pero que te lleve tu dueño a la perrera como llevaron a Sarrio es terrible. Hijos de puta. Y aquí teneis un ejemplo, que causa más impresión al tratarse de un mastín que en condiciones y cuando se recupere será precioso. Espero que RODEN se recupere pronto y gracias al Refugio Escuela por ayudarle.
jueves, 27 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Efectivamente. Es lo que es. Un grandísimo hijo de puta. Mira que un perro grande es facilísimo de mantener con 4 chuscos de pan, sobras de comida y un poco de cariño.
¿Qué coño hicieron con ese perro? A no ser que tuviera alguna enfermedad ese perro tendría que estar grande y lustroso sin gastar ni un duro. Ni que fuera un afgano al que llevar cada 15 días a la peluquería.
Efectivamente un hijo de puta.
Publicar un comentario