NOVEDADES 12/02/10-OTO HA SIDO ADOPTADO
La historia de Oto no es una de tantas porque ningún ser vivo que sufre la crueldad de otros, es uno de tantos.
Son muchos sí, cada día, en nuestras carreteras, en la puerta de nuestras casas, en las calles de nuestras ciudades. Son nuestros, son muchos. Son demasiados. Pero cada uno es único, cada uno con su nombre, su pasado, su dolor y su lealtad. Nacidos y criados porque los consideramos nuestros; nuestros para hacernos compañía, para salvar vidas, para ser lazarillos, para presumir, para pastorear, para regalar… Para abandonarlos.
Oto es único, en su bondad, su entrega, su fidelidad, su ingenuidad, su amor. Pero para su dueño (qué tremenda palabra) Oto no era más que algo para usar y tirar. Dicen que las heridas de Oto son producto de una pelea de perros, que seguramente Oto fue el “sparring” de otro perro esclavizado.
En un mundo justo Oto no hubiera nacido para satisfacer el capricho de nadie y no hubiera vivido para ser el esclavo de nadie.
Nosotros ya queremos a Oto, con el alma. Lo queremos libre, lo querríamos aunque su apellido no fuera Labrador. Oto no tiene ya dueño, tiene amigos, tiene compañeros que cuidan y cuidarán de él hasta que se recupere. Hasta que alguien que lo quiera libre y único, decida compartir su vida con él.
A Pilar, gracias por escuchar su lamento y ponerlo a salvo.
A las incombustibles Nuria y Olga, gracias por convertir la clínica en un refugio de atenciones y amor.
A Marité, gracias linda por irradiar paz.
A ti, gracias por entender que cada uno es único, aunque sean muchos, aunque sean demasiados, aunque sea cada día. A Oto habrá que operale la oreja destrozada y va a necesitar mucha atención veterinaria. Te necesitamos.
Son muchos sí, cada día, en nuestras carreteras, en la puerta de nuestras casas, en las calles de nuestras ciudades. Son nuestros, son muchos. Son demasiados. Pero cada uno es único, cada uno con su nombre, su pasado, su dolor y su lealtad. Nacidos y criados porque los consideramos nuestros; nuestros para hacernos compañía, para salvar vidas, para ser lazarillos, para presumir, para pastorear, para regalar… Para abandonarlos.
Oto es único, en su bondad, su entrega, su fidelidad, su ingenuidad, su amor. Pero para su dueño (qué tremenda palabra) Oto no era más que algo para usar y tirar. Dicen que las heridas de Oto son producto de una pelea de perros, que seguramente Oto fue el “sparring” de otro perro esclavizado.
En un mundo justo Oto no hubiera nacido para satisfacer el capricho de nadie y no hubiera vivido para ser el esclavo de nadie.
Nosotros ya queremos a Oto, con el alma. Lo queremos libre, lo querríamos aunque su apellido no fuera Labrador. Oto no tiene ya dueño, tiene amigos, tiene compañeros que cuidan y cuidarán de él hasta que se recupere. Hasta que alguien que lo quiera libre y único, decida compartir su vida con él.
A Pilar, gracias por escuchar su lamento y ponerlo a salvo.
A las incombustibles Nuria y Olga, gracias por convertir la clínica en un refugio de atenciones y amor.
A Marité, gracias linda por irradiar paz.
A ti, gracias por entender que cada uno es único, aunque sean muchos, aunque sean demasiados, aunque sea cada día. A Oto habrá que operale la oreja destrozada y va a necesitar mucha atención veterinaria. Te necesitamos.
SOFIA EL REFUGIO ESCUELA
La Caixa: 2100 2622 54 0210044530
La Caixa: 2100 2622 54 0210044530IBAN: ES14 2100 2622 5402 10044530Swift: CAIXESBBXXX
Las imágenes del vídeo pueden resultar duras.
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