Aquí le teneis, en vez de una cadena ahora lleva una correa para salir de paseo. Y de Cuenca, a Madrid. Ya tiene nombre, Martin Free, el pobre debe estar alucinado de haber salido de ese zulo de mierda donde vivia todo el dia con la cadena a cuestas. Ya es libre.
Una vez más muchas gracias a ANAA por ayudar en estos casos desesperados, a pesar de estar saturados siempre están ahí para echar una mano.
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